Nuevos comienzos (parte 1)

Desparecí en febrero del 2009, perdí mi mundo o más bien mi mundo me dejó. Por voluntad propia decidí dejarme estar triste y alejarme de lo que me rodeaba, vivir mi luto post ruptura, de quien pensaba era el gran amor de mi vida, de lo que realmente a estas alturas no sé si haya sido cierto, y la verdad tampoco me importa saberlo, ya que muchas cosas han pasado en este trance.

Que si las amigas, que si el pisco, que si las flores de bach, que si los helados en invierno, que si los libros de Coelho o Weiss, que si las salidas nocturnas a Miraflores o al Centro de Lima, que si la Brahma, que si la Stella Artois, que si el chilcano, que si muchas cosas… empecé a crear mi burbuja y me mantuve en ella el tiempo necesario como para no arrepentirme y tampoco odiarla.

Me puse a escribir, cree mi blog, me puse a producir una obra de teatro, cree su blog, hice sus fotos, por ahí un video que nunca vio la luz y luego esa experiencia de productora terminó en Cuzco con una última presentación del grupo conmigo como parte del equipo, también por decisión propia.

Tome un trabajo que no tenía nada que ver con mi carrera (comunicadora social egresada de la hoy maltratada San Marcos, con grado de bachiller, aún sin la tesis por falta de estímulo y de objeto de estudio interesante) y decidí también que este tiempo sería mi sabático de todo y de todos.

Seguía escribiendo.

Perdí amigos, gané otros, me aleje de muchos al tiempo y me acerque a los que menos hubiera imaginado. Muchos se convirtieron en instructores de vuelo, me enseñaban a volar de nuevo, luego de haberme roto… luego de haberse partido mis alas al haber caído de lo que yo pensé era el paraíso.

Pensé en el teatro, en aquellos años en los que mi afán era tanto que viaja tres o cuatro veces a la semana del Callao a La Molina (viaje casi interprovincial) para entrenar 3 horas, hablar de Artaud, andar descalza, cambiarme de muda tres veces para hacer Palintrópolis, y pensar en el próximo festival al que iríamos luego de haber ido a Iquique a tener vida de reyes por casi dos semanas en el 2007 en el Hotel Pratt.

Pensé en mi ex chamba, en donde era coordinadora de un proyecto que utilizaba la pintura y la música para trabajar con niños su autoestima y mejorar su mundo, chamba que me permitió pagarme el viaje a Francia y los gastos que implicaba el conocer a la familia, amigos y vida de quien pensé era el gran amor de vida en ese entonces.

Pensé en como iba a dejar que en marzo del 2009 me operaran la rodilla porque estaba en mi estado “no habido” y si me hubieran dicho te la cortamos, hubiera dicho ya sin replicar, porque sólo era un fantasma, sólo deambulaba, y me bañaba y me cambiaba de ropa para ir a las clases del diplomado que felizmente ya acababan o a las clases del taller de periodismo que daba con quien creí era el gran amor de mi vida (continuando con el martirio…).

Felizmente la ineficiencia del aparato de salud, postergó esa operación casi 4 meses, lo suficiente como para que mi madre me pusiera en un seguro y para que el traumatólogo tratante me dijera que lo que necesitaba era terapia física, porque mi rodilla estaba bien, era joven y porque el último recurso era una operación. Así que hice terapia, la rodilla mejoró y me olvidé de la operación, los pasillos tenebrosos del hospital y del diagnóstico de meniscos rotos que tanto me perturbó.

Pensé en muchas cosas más…

Aparecieron amigos, gente que nunca pensé iba a ser tan cercana, y también use el Facebook y Messenger como ventana al otro mundo, la única que mi burbuja permitía. Me conectaba hasta altas hora de la madrugada, chateaba de la vida, de Aristóteles, de música, de la luna, de las estupideces que hacia quien pensé era el gran amor de mi vida, de ir y ver más allá aunque sea para pedir la hora a algún extraño, de caminar por aquel mítico camino de ajedrez que acompañó todo ese tiempo, del mar, de la lluvia y de caminar con lluvia…. chateaba de todo, todos los días de madrugada con ese alguien de madrugada.

Por ahí me ilusioné de ese alguien de madrugada, pero este no estaba a mi alcance, pues también tenía algo roto el corazón así que solamente éramos compañeros de duelo, a pesar de que un día en un salida nocturna miraflorina algo paso, pero a la vez no paso nada. ¿La cagué? En fin!

Se acerca año nuevo…

….

A punto de terminar el año con dos trabajos part time, uno pagaba mejor que el otro, empecé hacer planes para fin de año, tenía que ser diferente!!! Y lo fue por todos los ángulos dónde se mire.

Conocí la famosa calle Cajamarca para su fiesta de fin de año, tenía muchas expectativas y muchas cosas pasaron también y así fue terminando el 2009 o lo que decían algunos el primer año de dos que dura el duelo luego de haberse roto el corazón…. Fucking estadísticas!

(Continuará...)

1 comentario: